lunes, 3 de junio de 2013

Capricho en verde y blanco



Los jugadores del Olimpija celebran un tanto con la primera equipación // Foto: Olimpija Ljubljana

Empieza un nuevo mes y con él, la hora de cobrar. Hay que racionar el poco dinero recibido y hacer un presupuesto que permita la supervivencia e intenta cubrir otro tipo de necesidades. Habrá que rechazar algunos planes y modificar otros. Aunque el salario vaya a ser menor de lo esperado y haya que apretarse el cinturón, siempre hay que buscar un pequeño hueco en la cartera para intentar darse un capricho de esos que, aunque probablemente innecesario, dará alegría y recompensará el trabajo y el esfuerzo realizado. 

Sin haber hecho aún ninguna cábala, tengo claro que el motivo de todo este lío es una camiseta del Olimpija Ljubljana. Una de las dos utilizadas por el conjunto al que acompañé en 2009 a su retorno a la Prva Liga eslovena. ¿Pero cuál?

 A todos los aficionados al football se nos ha planteado este rompecabezas alguna que otra vez. La primera equipación es la más representativa, la más romántica. Es la que lleva los colores del club, la que jamás pasará de moda y la que incluso da sobrenombre al equipo que la luce (azulgranas, rojiblancos, azulones…). El segundo uniforme, en cambio, suele variar tanto de diseño como de colores. Una temporada vistiendo a los jugadores con rayas verticales, a la siguiente con una franja horizontal, o si eres del Recreativo de Huelva o del Liverpool, con motivos que no entiendes como alguien pudo querer plasmar en la zamarra del club de tus amores. 

Nik Omladič con la segunda camiseta // Foto: Olimpija Ljubljana
En el caso que ocupa al que escribe estas líneas, ambos diseños le parecen preciosos. Si hay que destacar algún diseño por su belleza, ese sería el de la escogida para los partidos lejos del estadio Stozice. Pero la primera equipación, con los colores de los Dragones Verdes de Ljubljana, despierta ese sentimiento que aflora cuando ves la camiseta de tu equipo de cerca, cuando tocas y sientes el tejido que defenderán sus jugadores. Sin embargo, el Olimpija es un club que viste sin problemas la segunda equipación en casa y la primera fuera. Ambas con motivos en verde y blanco, y ambas me transportan a aquella primavera en la que descubrí el football esloveno desde la grada de un pequeño estadio municipal en el barrio de Bezigrad.