viernes, 3 de mayo de 2013

Lás 'águilas' retoman el vuelo

El Águila, simbolo del SL Benfica


El SL Benfica vuelve a la primera plana del panorama futbolístico europeo. Tras remontar en casa un 1-0 en contra  frente al Fenerbahçe turco en las semifinales de la Europa League, el conjunto lisboeta vuelve a una final europea tras 23 años sin disputar una. Demasiados años para un histórico del football mundial. Demasiados años sin acaparar todas las miradas del panorama balompédico internacional. Demasiados años viviendo a la sombra de los otros dos grandes portugueses. Y es que las grandes alegrías han brillado por su ausencia también en el ámbito doméstico. Las águilas han visto como el Porto, su máximo rival, se erigía en dominador del football luso, e incluso, cómo se coronaba campeón europeo en 2004 a las órdenes de Mourinho.

Ha pasado tanto tiempo desde que el Benfica fuese un club temido, respetado y admirado en todo el globo, que para los nacidos a finales de los 80 y posteriores, nos suena raro o incluso incoherente cuando escuchamos en la prensa referirse al club portugués como uno de los grandes clubes europeos de la historia.

Hay que tirar de hemeroteca para observar que, en efecto, el club contó con una época dorada en la que conquistó de forma consecutiva dos Copas de Europa, en 1961 y 1962. En la primera, se midieron en la final a un FC Barcelona que era favorito, pues había eliminado nada más y nada menos que al todopoderoso Real Madrid de los Puskas, Di Stefano y Gento. Los portugueses vencieron en aquella final disputada en Berna (Suiza) por 3-2 remontando el tanto inicial de Kocsis. El portugués Águas era la estrella de aquel
Eusébio con la Bota de Oro // Foto: Orgullo Benfiquista
equipo y guió al Benfica a la conquista del torneo, logrando el gol del empate en la final y convirtiéndose en máximo goleador de aquella edición de la Copa de Europa con 11 tantos. Eusébio, que ya formaba parte de aquella plantilla, no disputó la final, pues el día siguiente a aquel partido el Benfica debía enfrentarse al Vitoria Setúbal en la tercera ronda de la copa portuguesa. Sí que estuvo presente en la final de la Copa de Europa conquistada en 1962 ante el Real Madrid. Eusébio anotó dos goles en la victoria por 5-3 que confirmaría al Benfica como equipo del momento en el viejo continente. Incluso se llegó a disputar una tercera final consecutiva, aunque cayendo derrotados esta vez ante el Milan. En la década de los sesenta, el conjunto lisboeta llegó a participar hasta en dos nuevas finales de la máxima competición de clubes del panorama europeo. En 1965 cayó por 0-1 ante el Inter de Milán y en 1968 por 4-1 en la prórroga frente a un Manchester United ya recuperado del accidente aéreo de Munich diez años antes y con Bobby Chartlon y George Best como grandes estrellas.

En el plano nacional, el Benfica conquistó un total de ocho títulos ligueros entre 1960 y 1969 y tres copas de Portugal en 1961, 1964 y 1969. Todo el mundo se rendía a los pies de O Glorioso.
En la década de los 70 el Benfica siguió cosechando títulos, seis ligas y dos copas. En la temporada 72/73 se vio a uno de los mejores equipos de la historia del football portugués: Eusébio se convirtió en el máximo anotador europeo con 40 goles, el equipo consiguió un total de 101 goles y no perdieron en toda la temporada, venciendo en 28 encuentros y empatando tan sólo dos.

A partir de finales de la década de los 70 fue cuando el equipo lisboeta perdió fuelle y cayó en una profunda crisis tras varias inversiones monetarias que no surgieron efecto alguno en el plano deportivo. Se amplió el Estadio Da Luz, convirtiéndolo en el de mayor capacidad de Europa durante los años 80. Este deseo de volver a convertirse en campeón europeo no se consiguió plasmar en el terreno de juego pese a participar en dos nuevas finales de la Copa de Europa, perdiendo ambas frente al PSV Eindhoven en 1988 por penaltis y frente al Milan en 1990 por 0-1.

Desde entonces el Benfica no ha vuelto a generar la expectación lograda en los años 60 y 70. Pese a ser el club de football con un mayor número de socios en todo el planeta, los títulos domésticos se conquistaban de forma mucho más esporádica e incluso últimamente, los lisboetas se han visto sometidos a sus rivales del norte el FC Porto, que primero con Mourinho y posteriormente con Villas-Boas, han ocupado la plaza reservada para el Benfica.

Esta temporada, sin embargo, parece ser que las águilas han retomado el vuelo que les puede llevar a ser lo que eran. Esta vez sin embargo, cuentan con muchos menos portugueses en un equipo copado por jugadores sudamericanos. Destacan por encima de todos Cardozo, Matic, Enzo Pérez o Nico Gaitán. Ya están clasificados para la final de la Europa League en la que se enfrentaran al Chelsea en Ámsterdam y para la final de la Taça de Portugal donde espera el Vitória de Guimaraes. En liga están cerca de arrebatarle el título al Porto, y sus aficionados cuentan los días que faltan para celebrar la consecución del torneo.
Sólo el tiempo nos mostrará si esta temporada es un oasis en el desierto de trofeos en el que parece instaurada la sociedad lisboeta, o si finalmente, el Benfica vuelve a ser el histórico club al que tanto se refiere la prensa internacional.

Cardozo y Garay celebran uno de los goles frente al Fenerbahçe // Foto: EFE