martes, 23 de abril de 2013

Up & Down: Sonrisas y lágrimas

Kanu anota el gol en la final // Foto: Mirror Football
17 de Mayo de 2008. Wembley. Tras eliminar en cuartos de final al Manchester United y al West Bromwich Albion en semifinales, el Portsmouth FC se enfrentaba al Cardiff City en la final de la FA Cup. Ambos conjuntos estaban cuajando una gran temporada. Eran años dorados para ambos clubes. El Portsmouth estaba haciendo historia al posicionarse cerca de los puestos europeos en la Premier League, mientras que el Cardiff estaba jugando su quinta temporada consecutiva en segunda división.

En el minuto 37 de dicha final, Nwankwo Kanu cazaría un rechace dentro del área pequeña tras un centro de Utaka, para anotar el único tanto del partido. El Portsmouth ganaría así su segunda  FA Cup, clasificándose de esta forma para jugar competición europea por primera vez en sus 110 años de historia. En Portsmouth, la gente sonríe y en Cardiff llora.

16 de Abril de 2013. Cardiff City Stadium. El Cardiff City empata a cero en casa frente al Chartlon Athletic, pero la victoria del Milwall frente al Watford les asegura el ascenso a la Premier League tras 51 años sin competir en la máxima categória del fútbol inglés. Tras varias temporadas quedándose con la miel en los labios, siendo eliminados en los play-off de ascenso a la Premier League, al fin los aficionados galeses logran la ansiada promoción. No sólo lo logran ahorrándose los nervios y la agonía de las eliminatorias por el ascenso. Sino que además de ascender de forma directa lo hacen como campeones de la segunda división, al empatar en casa del Burnley cuatro días después de lograr el ascenso matemático.

Protestas de los aficionados del Pompey // Foto: Getty Images
El Portsmouth, por su parte, acaba de confirmar su descenso a la League Two, cuarta división del fútbol inglés. Después de jugar Europa League y ver a jugadores como Peter Crouch, Glen Johnson o el croata Kranjcar defendiendo su camiseta, el Portsmouth ha descendido tres divisiones en tan sólo cuatro años. Lo lógico, aparentemente, sería decir que son ahora los aficionados del Portsmouth los que lloran y los del Cardiff los que sonríen y festejan el brillante futuro que tienen por delante. Nada más lejos de la realidad. Sí, en la portuaria ciudad del sur de Inglaterra están tristes, pero no lloran. Ya lo han hecho demasiado estos últimos años, no por ver descender a su equipo, sino por ver peligrar su existencia. 

Tras los brillantes años en los que el Pompey ascendió a la Premier y disputo dos finales de FA Cup seguidas, venciendo la primera ante el Cardiff, los dirigentes del club endeudaron salvajemente a la entidad, convirtiendo de esta forma al club portuario en el primero en ser intervenido por la administración pública. Algo a lo que en España estamos más o menos acostumbrados y que no acarrea penalización por parte de la federación, no como en Inglaterra. Al Portsmouth ya descendido y que había vendido a sus estrellas, buscando estabilidad económica y mantener la categoría de plata, le fueron sustraídos nueve puntos de su casillero, empujando al club a la tercera división inglesa. Tras varios dirigentes que prometieron y posteriormente no cumplieron, y con la sombra de la desaparición pisándoles los talones, un grupo de inversores formado por aficionados locales ha conseguido sanear las cuentas y mira con optimismo hacia el futuro, a pesar del nuevo descenso, esta vez a la League Two. Tras salir de la ley concursal, la Pompey Supporters Trust, lanzó una campaña bajo el lema “One community, one club” mediante la cual pretenden repartir el poder del club entre el mayor número de aficionados posible, democratizando su club y evitando futuros desfalcos y compras y recompras de algo que les pertenece: el Portsmouth Football Club.

Jugadores del Cardiff City celebrando el ascenso // Foto: WalesOnline
Por su parte, en Cardiff se vio con buenos ojos que un empresario malasio, Vincent Tan, se hiciese con las riendas del club de fútbol, prometiendo ascender al club a la Premier League. Para conseguirlo, a principios de esta campaña se cambió el escudo del club sustituyendo al bluebird que daba el sobrenombre al Cardiff City, por un dragón rojo. También se cambiaron los colores de la primera equipación, pasando del azul tradicional a un rojo de la fortuna en algunos países asiáticos.Tan aseguró que esto atraería un gran número de aficionados malasios, sin importar si los aficionados locales, los de toda la vida, se pudieran sentir ultrajados. Y no lo parecía, pues las gradas se empezaron a poblar de bufandas rojas donde antes eran azules e incluso miembros de la familia real malasia llegaron a presenciar algún que otro encuentro desde la tribuna del estadio. Cierto es que el ascenso se  ha logrado, pero habrá que ver cómo se enfrenta el club no sólo a los Manchester United o Liverpool, sino a los que en teoría deberían ser sus rivales en la zona baja de la clasificación la temporada que viene. Habrá que ver la reacción de Vincent Tan cuando las cosas empiecen a salir mal. El Portsmouth ganó una FA Cup y jugó competición europea. Casi le cuesta la vida en ello. Será interesante ver que le depara el futuro al Cardiff City.