martes, 2 de abril de 2013

Primavera



Una tarde de Champions en Mestalla // Foto: Panoramio
Uno se hace a la idea de que la primavera ha llegado, no cuando se adelanta una hora el reloj, ni cuando es pascua, sino cuando los partidos de Champions League empiezan a jugarse con luz solar.

La primavera esa una época del año maravillosa. Pasó el frío invierno y aún no nos ahoga el calor del verano, con lo que uno puede vestirse, prácticamente, con lo que le dé la gana. Manga corta con una chaqueta ligera, por ejemplo, es un buen atuendo para ir al football. A la mínima que uno se acalora con las primeras jugadas del encuentro muestra su camiseta, sus colores. ¡Fuera abrigos y sudaderas! Como hace mejor tiempo, la bufanda ya no es una pieza de ropa para resguardarse del frío, sino una prenda más con la que dar colorido a la grada y animar a tu equipo.

En primavera empiezan a decidirse los objetivos de los equipos. En las competiciones coperas sólo quedan los elegidos, y el equipo pequeño que sorprendió a principios de temporada se convierte en verdadera revelación si a estas alturas sigue en la parte alta de la clasificación. Se van decidiendo poco a poco los puestos europeos, los de descenso y los de ascenso. Los que no merecían estar en esas posiciones han caído o se han salvado de la quema.

Aunque los partidos sigan valiendo tres puntos, el aumento de la emoción y de la trascendencia de los partidos es constante hasta el final de temporada, dónde si hay suerte habrá una emocionante Eurocopa o un Mundial con el que refrescarse durante el caluroso verano. De todas formas, eso aún queda muy lejos, aunque más de un jugador busca lucirse para conseguir entrar más tarde en la lista del seleccionador de turno.

Es la época de los sentidos. Dónde se escucha con más entusiasmo a los aficionados; dónde se saborean más las dulces victorias, las amargas derrotas y los insípidos empates; dónde la hierba se ve más verde y huele más a football; dónde se acaricia la gloria con la punta de los dedos.

Por desgracia en los últimos años las competiciones ligueras están perdiendo emoción en la carrera por el título. A estas alturas el Barcelona, el Manchester United, la Juventus o el PSG lo tienen prácticamente hecho. Por no hablar del Bayern de Munich, que a punto estuvo de cantar el alirón la pasada jornada. Todo un récord.

Mainz 05 y SC Freiburg son dos de los aspirantes a la EL en Alemania // Foto: mibundesliga.com
Al menos nos queda la emoción de la lucha por los puestos europeos y el descenso, que este año está más emocionante que nunca. Muy especialmente en La Liga, con hasta seis equipos (sin contar al Málaga, que no podrá competir en Europa la próxima temporada) en la brega por llegar a ver su nombre en una papeleta en cualquier competición UEFA la temporada que viene, o en la Bundesliga alemana, con siete conjuntos optando a ocupar cualquiera de las tres plazas que dan acceso a la Europa League. 

En Inglaterra, la lucha por evitar el descenso se prevé trágica. Con nueve equipos evitando ocupar las tres últimas plazas que les harían jugar el año que viene en el Championship.

En cuanto a las competiciones continentales, las grandes fortunas árabes brillan en la Champions League, con PSG y Málaga buscando colarse en las semifinales enfrentándose a Barça y Borussia Dortmund respectivamente. Precisamente  en la eliminatoria entre PSG y el FC Barcelona se vivirá un “derbí catarí”, como así lo ha calificado Panenka en un interesante texto.

No quedan equipos ingleses en la máxima competición de clubes a nivel continental. Las islas suman, eso sí, hasta tres aspirantes a alzarse con la Europa League en Amsterdam: Chelsea, Tottenham y Newcastle. Los tres son los máximos favoritos de la competición. Tal vez la Lazio podría añadirse a esta lista. A pesar de todo será interesante ver cómo compiten estos equipos frente al histórico Benfica, a la pasión del Fenerbahçe, al correoso Rubin Kazan o a la cenicienta Basilea. “Cenicienta”, que recordemos que el año pasado eliminó de la Champions League al todopoderoso Manchester United.

Haciendo este repaso, y viendo la emoción y la pasión que destila el football en esta época del año, me pregunto si es la primavera, que altera la sangre de los aficionados, o es el propio balompié el que hace que encaremos esta estación con alegría y entusiasmo…