miércoles, 20 de febrero de 2013

El partido más importante del "Spanish Swansea"


Michu celebra un gol // foto: deportada.es

Personalmente nunca me ha llamado mucho la atención o nunca me ha gustado esas denominaciones de “Spanish Liverpool” con Rafa Benítez, Xabi Alonso o Fernando Torres, aquello de que tienes que animar al equipo de tu país en competición europea, aunque en liga quieres que pierda siempre. Los comentaristas de TVE de la Champions League son un claro ejemplo  de lo que significa para mí ese chovinismo deportivo. Siempre animan al equipo español, hasta ahí todo bien, pero muchas veces reclaman faltas o jugadas polémicas que ellos mismos saben y aceptan durante la emisión, que si fuese al revés no las reclamarían de la misma forma. En esos mismos partidos, proponen a tres jugadores para que el público elija al jugador del partido, evidentemente siempre tiene que haber algún jugador del equipo español, porque sí, aunque el otro equipo le haya dado un baño, ya sea el Borussia Dortmund al Real Madrid o anoche mismo el Oporto al Málaga.

Prácticamente nunca se le ha dado importancia desde los medios más importantes al Wigan de Roberto Martínez. El técnico catalán está haciendo un grandísimo trabajo allí y para los aficionados a los látics es todo un héroe. Pero aquí nada, tampoco se habla de Jordi Gómez o Iván Ramis. No se hablaba de Azpilicueta aunque estuviese en el Chelsea haciendo un gran papel, aunque luego se habla y mucho de Fernando Torres a pesar de que sus números sean bastante pobres. Eso sí, Silva y Mata siempre salen bien parados, lo cual parece bastante justo ya que ambos se han hecho con el mando de sus respectivos equipos.

Este año ha aparecido un “nuevo” equipo en el que centran las miradas la mayoría de medios deportivos de España, el Swansea City. Todo lo que sabemos es que Michu está haciendo un temporadón sumando ya 18 goles entre todas las competiciones. También sabemos que el entrenador es un tal Michael Laudrup, y los aficionados al Valencia se acordarán de Pablo Hernández. Lo que no se nos ha contado es cómo el Swansea galés (aunque alguno meta la pata de vez en cuando), ha llegado tan lejos, y es que apenas hace diez años jugaban en la última división profesional del football inglés, la cuarta división. Hace diez años que se jugó el partido más importante de la historia de este modesto club, que esta misma temporada cumple 100 años.

En la última jornada de la campaña 2002-2003, en  el Vetch Field, su antiguo estadio, los cisnes se encontraban con la necesidad de ganar al Hull City, en caso de no conseguir la victoria descenderían, desapareciendo el panorama profesional.

Vetch Field // foto: Wikipedia
Leon Britton, uno de los capitanes actuales del Swansea, jugó aquel partido y provocó el penalti que supuso el primero gol del partido. James Thomas anotaría el 1-0. Unos minutos más tarde, Elliott aprovecharía un error de la zaga galesa para empatar el partido. Aquel no estaba siendo el partido soñando para la defensa del Swansea, y es que minutos más tarde un nuevo error garrafal permitiría a Martins Reeves anotar el 1-2 para el Hull City. Poco antes del descanso el Swansea empataría de nuevo el partido de penalti. 2-2. Estaba siendo un partido de locos. Al poco de haberse reanudado el partido, Roberto Martínez (sí, el actual entrenador del Wigan), colgó una falta al área para que Johnrose consiguiera el 3-2. James Thomas conseguiría anotar su tercer gol del partido con una fantástica vaselina, 4-2. El Swansea consiguió de esta formar permanecer en la pirámide del football profesional inglés. 

En la temporada 2004-2005, y con Roberto Martínez en el banquillo, el Swansea consiguió ascender a tercera división tras ganar por 1-0 al Shrewsbury Town, logrando así la tercera plaza en el último partido de liga disputado en el Vetch Field. En 2008 consiguieron un nuevo ascenso, esta vez a segunda, donde apenas dos temporadas más tarde conseguirían lograr un nuevo ascenso, esta vez a la Premier League, tras ganar en la final del play-off 4-2 al Reading.

El club galés siempre ha mostrado un estilo propio de juego, de ahí que se fichen entrenadores que siguen esta filosofía (Roberto Martínez, Brendan Rodgers o Michael Laudrup). No sólo en el campo es donde el Swansea muestra tener las ideas claras. El 20% de la propiedad del club es ejercida por el Swansea City Supporters Society, algo así como una unión de todos los aficionados. La directiva no la forma un grupo de empresarios o jeques, sino un grupo de aficionados que se hicieron con las riendas del club tras comprarlo por 25.001 libras al anterior propietario Tony Pretty, que había endeudado el club hasta límites insospechados, haciéndole correr el riesgo de desaparecer. Como muestra de su descontento, este grupo de aficionados encabezados por David Morgan, lanzaron a los pies de Tony Pretty, parte de las 25.001 en calderilla.

Actualmente el Swansea cuenta con un buen puñado de jugadores talentosos, y sí, varios españoles que están destacando por su gran temporada, Ángel Rangel y el andaluz Chico Flores, que se perderá el próximo partido más importante de la historia del Swansea. Este domingo, a las 16 hora británica, ante el Bradford de cuarta división, en la final de la League Cup. El vencedor jugará la temporada que viene la Europa League.
Los jugadores y aficionados del Swansea celebran el ascenso logrado con Brendan Rodgers // foto: nathenamin.com